Murió Paicaví Requinto, un fiel representante de la raza chilena

Padre de notables ejemplares, esta semana dejó de existir el Paicaví Requinto, potro que se transformó en uno de los principales reproductores del Criadero Peleco.

Con 24 años, este caballo bayo nacido en los campos de don Hernán Anguita, en Cañete, es hijo del Don Yeyo Arauco y Paicaví Sorocha, lo adquirió tempranamente don Rubén Valdebenito y con el correr de los años se transformó en uno de los más destacados de la última década, gracias a sus capacidades y su hermosa estampa.

Según cuenta Arturo Montory, pasó por las manos de Orlando Brito, Carlos Ramos y don René "Oco" Guzmán.

Caballoyrodeo.cl conversó con don Rubén, quien entregó detalles de la vida del Requinto: "Deja una gran historia, porque fue un potro bien útil", dijo de entrada el dueño de Peleco.

Contó que "todas las cualidades importantes las transmitió a sus hijos, blandito de boca, corredor, sin idioteces, muy dócil, realmente un fiel representante de los caballos chilenos, y todo eso lo dejó ver en sus crías".

"Entre sus hijos hay muchos destacados, y es Paicaví porque yo no quise criarlo como Peleco. Yo le tenía mucho respeto y cariño a don Hernán Anguita, que nos enseñó de sangres del caballo chileno, él me ofreció a la yegua, y yo llevé al Arauco y nació el potrillo. Yo lo compré recién nacido a cambio de tres toros, y de ahí para adelante puras satisfacciones", contó.

"Lo pude haber criado como Peleco, pero yo le dije que 'era de don Hernán'. Fue por respeto a mi amigo", añadió.

Más allá de lo que significa no ver más a su potro regalón, don Rubén dijo que "no estoy triste, porque vivió mucho y bien. Se fue a una buena edad, porque además tenía un tumor y orgulloso de haberlo tenido".

Sobre su muerte, Valdebenito contó que "falleció de la mejor manera, no hubo síntomas de dolor, así es que por ese lado estamos tranquilos".

"Quedó enterrado al lado del Morcacho, ahí estará el Requinto", completó.