Willy Toledo Vega valoró el triunfo de su potro Santa Catalina de Ancud Florido

El criador y expositor Willy Toledo Vega vive días de gran satisfacción tras conquistar el título de Gran Campeón Macho de la Expo Ancud Chiloé con su potro Santa Catalina de Ancud Florido, un ejemplar que, según cuenta, representa años de búsqueda, selección y convicción en la sangre que quiere imprimir en su crianza.

"Estoy muy contento, muy contento por lo que dijo el jurado del potrillo. Para nosotros es un aliciente como criadores que un jurado nos diga realmente cómo estamos haciendo las cosas. Es un examen que uno tiene que dar”, dijo tras el fallo del jurado René Aichele.

Toledo recuerda que su camino como criador comenzó en 2006, impulsado por una inquietud clara: encontrar líneas alternativas, funcionales y confiables dentro de la raza caballar chilena. Su gusto inicial por el Requinto lo llevó a descubrir y adquirir al Florero, potro hijo de Requinto y cuya madre, la Moraleda, era hija del Morcacho, configurando una sangre distinta a los tradicionales Estribillo, Taco o Talento. "Buscamos siempre lo mejor, algo que fuera probado y que funcionara", resume.

En esa misma filosofía, Toledo se acercó al Criadero Santa Isabel para sumar a su plantel una yegua que respondiera a esa línea de excelencia genética. Así llegó a Esperanza, hija del reconocido Escándalo y de la Cantinera, una hija del Escorpión, cerrando así un cruce sólido y coherente.

"En el potrillo tenemos sangres realmente probada. Está el Morcacho, el Requinto. Si nos vamos a los abuelos del Florero, tenemos al Inocente, un potro negro azabache, muy bueno y rápido. Tratamos de buscar lo mejor", explica.

Pero además de la genealogía, hay un atributo que para el criador resulta igual o más importante: La mansedumbre, cualidad que —asegura— fue la gran herencia del Florero. "Nos dio un potro muy manso, no es malintencionado, no patea a nadie. Eso es digno de criar. Hay potros muy bonitos, muy buenos, pero con genios que no son compatibles. Nosotros tratamos de no criar eso", enfatiza.

La familia de Florido ya empieza a dejar huella en el criadero. Toledo cuenta que existe una propia hermana del campeón, hoy con siete años, que ya corrió en la casa y recientemente parió una cría del Galanteo (Santa Isabel), hijo de Talento. Una línea que, a juicio del expositor, sigue consolidándose a paso firme.

Respecto al flamante Gran Campeón Macho, Toledo detalla que Florido cumplió apenas tres años el día previo a la exposición, por lo que su proceso recién comienza. "Antes del invierno pensamos empezar a avanzarlo, pero en esto hay que tomarse su tiempo, para que salga igual que el padre. Ojalá correr en alguna medialuna a los 7 años. Eso es lo que buscamos", comenta.

Con la mirada puesta en el futuro y la satisfacción de un trabajo bien encaminado, Willy Toledo Vega dejó huella con su paso por la Expo Ancud con un premio que no sólo reconoce al potro, sino también una filosofía de crianza basada en la selección cuidadosa, la funcionalidad y el carácter. Un triunfo que confirma que el rumbo escogido hace casi dos décadas comienza a dar frutos.