Arturo Correa Sota, el rodeo, la crianza y la dirigencia fueron sus pasiones

Don Arturo Correa Sota, fallecido el 9 de enero de 2024, se ganó un lugar en la historia del Caballo Chileno y del Rodeo, con una amplia trayectoria como jinete, criador y dirigente, desarrollando esta última faceta tanto en la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena, donde fue presidente durante 10 años y Director Honorario, como en la Federación del Rodeo Chileno, institución de la que fue director y tesorero.  

Oriundo de Talagante, cultivó desde niño el amor por los caballos y el deporte corralero, pese a que su padre no era aficionado. "Fue totalmente natural, fue dándose. Me tocó en el colegio, con un rector que nos daba permiso para ir a la Quinta Normal para que fuéramos a ver el Champion y ahí más me gustó. Ahí partió todo", comentó en una entrevista publicada en un Anuario de la Federación de Criadores.

Fue creciendo y su pasión aumentó, empezó a tener caballos y a correr en el rodeo. Dos ejemplares marcaron su camino: por un lado, la yegua El Huaso Bochinchera (Ñipán y Borrachita) y el potro Santa Zulema El Huila (Parcelero e Imaginación).

Con ambos obtuvo muy buenos resultados. Primero compró la yegua y posteriormente adquirió El Huila en conjunto con Gonzalo Vial Vial, Jorge Lasserre y Ramón González.

“Era un cuarto cada uno. Después le compré a Jorge, porque un tiempo después tuvo que vender, me dijo te cedo mi parte, después le compré a Ramón González y Gonzalo Vial en el fondo me lo regaló. Yo le mandé dos caballos, fue una cosa muy simpática de parte de él”, recordó en la mencionada nota.

El Huila le dio grandes satisfacciones a Correa Sota, numerosos triunfos a lo largo del país en collera con Miguel Lamoliatte en Picarquín Zapateado (Ensueño y Berlina).

"El Huila era un caballo tremendamente fuerte, tenía una musculatura impresionante, eran salvaje los músculos del caballo en las piernas y en el lomo, tanto así que se veía sillón cuando estaba nuevo y de viejo, yo no me daba cuenta, el caballo ya se empezó a enderezar, vinieron unos argentinos y dijeron 'mirá, que bruto el lomo bueno'. Murió a los 26 años", señaló en su momento.

Pero El Huila no sólo le dio logros deportivos, sino que como reproductor le permitió desarrollar su criadero, El Trapiche T, situado primero en Talagante y luego en la comuna de San Esteban, a 15 kilómetros de Los Andes. Ese magnífico potro, junto a la Bochinchera, le dio varias crías, como la Bochinchera II.

También reprodujo el Zapateado, su madre la Berlina (Chacal y Bromista), San Guillermo Curanto (Tequila y Consentida) y Piguchén Misterio (Capuchino y Desganada).

Otros ejemplares destacados fueron los criados Ahijado (Guindalero y Alitranca) y Floro (Campo Bueno II y Farra), vicecampeones de Chile en 2010, montados por José Luis y Jorge Ortega.

Un tremendo dirigente

Así como lo hizo corriendo dentro de la medialuna y en la crianza, en la dirigencia Arturo Correa Sota también dejó un enorme legado. Fue director de la Federación del Rodeo Chileno en varias oportunidades, incluso ocupando el cargo de tesorero en 1984.

Mientras que en la Asociación de Criadores de Caballares fue presidente desde 1977 a 1988, período en que lideró a un gran grupo de amantes de la crianza.

"Era gente muy aficionada a la crianza, bohemios de la crianza, porque cada uno tenía su línea y cada uno gozaba con eso. Recuerdo con cariños a muchos… Eduardo Porte, Ramón Cardemil… se me van a quedar algunos fuera por la memoria, pero casi todos los que estaban en ese entonces eran criadores importantes. Estaba Gonzalo Pérez, Alberto Araya, que gran criador Alberto Araya, y estaba Samuel Parot", repasó en aquella entrevista del Anuario de los Criadores.

Más adelante volvió a integrar por varios años el Directorio de la ya Federación de Criadores, donde incluso vio nacer la Semana de la Chilenidad y fue nombrado Director Honorario de la institución.

En resumen, un hombre completo en el mundo del rodeo, el caballo y las tradiciones, cuyo nombre y aporte desde todos los ámbitos será muy difícil de olvidar.