La picardía campesina de Tierra Amada de Manzanares cosechó muchos aplausos

Una de las atracciones de la Peña Folclórica de la Fiesta a la Chilena  de Villa Cerro Castillo (comuna Torres del Paine), fue el grupo Tierra Amada de Manzanares, conformado por el padre, la madre y la hija y que encantó a los asistentes  con su pícaro humor campesino,

Tras su actuación, conversamos con Patricio Flores, integrante de dicho grupo, para que nos informara acerca de esta visita a la Patagonia, viniendo desde la comuna de Renaico, en la Novena Región.

"Integramos el grupo Tierra Amada de Manzaneres y nos presentamos como la María (Miriam Jara Herrera), la Chepita (Camila Flores Jara) y el  Albino (Patricio Flores), de la comuna de Renaico. Sector Manzanares. Es emocionante, primero que nada, participar en esta fiesta, verla, observarla. Cómo se da el rescate de las tradiciones acá. Y segundo, con nuestra presentación quedamos muy contentos porque logramos el objetivo que traíamos, que era sacarle una sonrisa al distinguido público. Más que nada eso y quedamos muy satisfechos".

Al preguntarle si tenía antecedentes del folclore patagónico antes de venir a Cerro Castillo, respondió: "Yo lo sabía de nombrada, de amigos que habían venido antes; busqué también en you  tube y en las redes sociales, donde muestran esto.  Pero no lo habíamos vivido nunca. O sea, no lo habíamos sentido en carne propia. Aquí se siente esa unión de culturas. Además, la inmensidad del paisaje es sobrecogedora".  

Respecto de los inicios del grupo, señaló: “Nosotros nos cambiamos de Santiago al Sur, pensando un poco en buscar la felicidad, no estar tan estresados en el campo. Y ya en Renaico, ideamos la forma de crear un conjunto folclórico, para lo cual invitamos a la  comunidad a participar y nos resultó. Durante un buen tiempo tuvimos 10, 12 integrantes. Nos especializamos, por decirlo así, en hacer recreaciones y proyecciones folclóricas. De hecho, nos ganamos algunos FNDR con algunas proyecciones que hicimos".

Dijo que más adelante descubrieron la veta humorística, que es lo que están practicando ahora.

"Pero debido a que las distancias en el campo son grandes o por trabajo, muchos integrantes se fueron alejando. Hasta que al final decidimos quedar los tres de la familia. La señora, la hija y yo y empezamos ya de firme a trabajar en lo que es humor campesino. Lleno de vivencias, cuentos; la mayoría de lo que decimos son cosas que han pasado y que nosotros las vamos asimilando, las vamos anotando. Personas campesinas que nos cuentan chascarros que les pasan y nosotros los llevamos al escenario., con el permiso de ellos obviamente", acotó.

Definiendo con mayor precisión el estilo que practican, comentó: "Nosotros lo definimos como humor campesino. Pero en el fondo es una propuesta nueva porque tratamos que sea siempre enfocado a esa pelea que hay entre el hombre y la mujer, la familia. Cosas que realmente pasan a diario, pero que en el fondo nadie se da cuenta, De repente hasta los temas más graves los tomamos con humor, como la infidelidad, los retos de la señora al marido cuando llega curado, cuando lo tiene  castigado. O al revés, cuando tocamos el difícil tema del hombre marchista. Lo llevamos al humor y tratamos que la gente se sienta un poco identificada y aliviada. Que vea que estas situaciones son a diario, cotidianas, en todos lados y que hay que saberlas llevar".

Y como con ese humor enganchó rápidamente el público que se reunió en la peña folclórica, tomando partido por su señora o por él, corroboró lo sucedido, añadiendo: " Justamente esa es la idea, que tomen partido. Acá las mujeres se sienten bastante identificadas y lamentablemente, yo como hombre tengo que salir perdiendo por cortesía. Obviamente, un hombre que se precie de hombre no puede maltratar verbalmente tan fuerte a una mujer. Yo llevo las de abajo y como conversábamos antes, yo hago lo que mejor sé hacer: hacerme el tonto", termina riendo.