Pintura ecuestre: el caballo convertido en arte
Por Héctor Parraguirre J.
Llegar al local 7 de Providencia 2528 implica entrar a un mundo casi mágico, donde la figura del caballo deja en un segundo plano a la humana, reflejada en numerosos cuadros de variados tamaños y texturas. Es la pintura ecuestre, que desde hace más de 20 años tiene como principal exponente en Chile a Patricia Ramos Alcayaga.
Esta artista serenese ha dedicado su vida al arte del pincel, primero haciendo retratos de personas y luego inmortalizando a este noble animal, gracias a encuentros que propició el destino, como ella misma confesó en entrevista con Caballoyrodeo.cl.
"Al comienzo pintaba más que todo figura humana, como el Papa, Gabriela Mistral, bailarinas del Teatro Municipal pinté mucho también. Incluso empecé a ver unos convenios para exposiciones, pero quedó en la nada, porque de repente vi una imagen de un caballo en un libro, lo pinté y fue de inmediato una cosa fuera de serie", señaló.
- ¿Y que siguió después? ¿Cómo se generó esta pasión por pintarlos?
"Primero que todo, me gustan los animales. Creo que el amor por los animales influye muchísimo, porque eso lleva a poder reflejarlos. Mucha gente se pregunta por qué pinto caballos y cree que soy equitadora o que mi familia ha criado caballos. Nada, absolutamente cero, o sea, el encuentro con los caballos siempre ha sido una cosa espontánea, mágica".
"A los 10 años fue el primer encuentro que tuve con un caballo. Andaba sola por una parcela de unos tíos en La Serena y vi un caballito que lo tenían encerrado, porque era medio salvaje, no lo habían podido domar. Y, como niña chica, le fui a dar pasto y el caballo me lo aceptó sin ningún problema. Cuando me vieron mis tíos se armó un escándalo y me prohibieron acercarme. Después pasó el tiempo y ya adulta vi esa imagen del libro y de nuevo sentí esa atracción, lo mismo que pasó con aquel caballito".
Patricia Ramos Alcayaga pinta todo tipo de equinos, ya sea árabes, ingleses, de carrera o salvajes. Pero el que tiene un lugar especial en su corazón y en su galería es el caballo corralero.
"Me gusta el caballo del rodeo, lo encuentro muy especial, un animal que tiene mucha fortaleza, me fascina, me inspira pintarlos. Así que generalmente los voy a ver, los observo, les hago cariño, los dibujo, les saco fotos", contó.
"El caballo en sí, para mí representa aparte de belleza, fuerza, fuerza bruta, y el caballo chileno se presta más para eso, como que resume eso", afirmó.
¿Tiene clientes dentro del rodeo?
"Sí y tengo clientes que me piden que les pinte sus propios caballos y quedan más que fascinados, porque aparte de tener un cuadro bonito, tienen su propio caballo, como digo yo, transformado en una obra de arte".
Es por eso que muchos corraleros llegan hasta el local de la pintora a apreciar sus obras, cuyo valor fluctúa entre 200.000 y 1.500.000 pesos, y que también pueden ser apreciadas en su propio sitio de internet, www.horsesart.cl, al que luego se sumará otro, actualmente en desarrollo.
Patricia Ramos Alcayaga incluso tiene ofertas desde el extranjero para exponer y vender sus creaciones y en Chile visitará Talca, en septiembre, e Iquique, en mayo de 2007. Además estuvo invitada en abril pasado al Campeonato Nacional, donde también mostró sus pinturas.
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