El mundo corralero llora al sacerdote Juan Lucarini Strani
Foto Archivo del Pequeño Cottolengo
Caballoyrodeo.cl
Una triste noticia sacudió al mundo corralero y a todo el país al conocerse el sensible fallecimiento del sacerdote italiano Juan Bautista Lucarini Strani, ex director del Colegio Don Orione, quien se caracterizó por su entrega total al trabajo social y, por sobre todas las cosas, al amparo de los niños de escasos recursos.
Lucarini murió el pasado miércoles 27 de octubre a los 89 años y fue sepultado en un emotivo funeral en el Cementerio Parroquial de Maipú.
El padre Lucarini tenía una fuerte ligazón con la Asociación O'Higgins, ya que por años el "Encuentro Internacional Criollo" organizado por esa entidad ayudaba a financiar la obra del Pequeño Cottolengo, un hogar que acoge a niños con deficiencia mental.
Nació en Italia el 1 mayo de 1915 en un pequeño pueblo llamado Pievebovigliana, en la provincia de Macerata. Ya desde muy pequeño sintió su vocación sacerdotal ingresando a los 12 años al seminario menor de la "Pequeña Obra de la Divina Providencia", fundada por el recién canonizado San Luis Orione.
Siendo un joven sacerdote misionero llegó a Chile el 12 de Abril de 1948 tras los dos primeros sacerdotes orionistas llegados desde Italia (Gino Carradori y Raúl Morlupi), luego de una larga travesía de 35 días en barco hasta Buenos Aires y luego de dos días en el tren transandino cruzando la Cordillera de los Andes. Su apostolado en este país se inició a la afueras de Santiago en la localidad de Cerrillos, en una vieja casona emplazada en pleno campo y que albergaba ya unos 30 niños internos de escasos recursos.
Los primeros años, los que fueron muy duros y sacrificados, su misión fue consolidar la obra de Don Orione en Chile y echar las bases de lo que hoy es el Colegio Don Orione, La Parroquia San José Benito Cottolengo y el Pequeño Cottolengo Chileno.
Es este periodo se destaca por su carisma y su capacidad para hacer amigos e involucrarlos en el desarrollo de esta gran obra con su generoso aporte y colaboración, a los que llamaba "amigos bienhechores".
Después de 14 años de intenso trabajo, en 1961 es trasladado a Argentina, asumiendo el cargo de superior provincial, de quien dependía en aquel entonces la obra de Chile.
En octubre de 1973 vuelve a Chile, su segunda patria, a continuar su misión. Prontamente creó el Cottolengo de Rancagua remodelando el antiguo edificio del ex-seminario, y remodelando la Iglesia Parroquial. Luego de ocho años de intenso trabajo, es trasladado al Cottolengo de Cerrillos donde sirvió por más de 23 años.
La gran labor del Padre Juan Lucarini fue reconocida dos veces por el Gobierno de Chile, entregándosele la medalla de Honor al Mérito y la Nacionalidad de Gracia, de lo que se sentía muy orgulloso, sintiendo a Chile como su propia patria a quien sirvió por más de 56 años.
El espíritu de Don Orione llegó a este rincón del mundo junto al apostolado del Padre Juan y sus hermanos sacerdotes, quedando y viviendo para siempre en los Cottolengos, y en el corazón de sus amigos, "bienhechores", en los integrantes del mundo corralero y en el de los niños a quienes tanto amó.
Noticias Relacionadas

Un resumen de las actividades de los Criadores de Aysén y sus ilustres visitas

Los premiados por categoría de la Expo Coyhaique 2025

Melipilla tiene disponible la venta de abonos para Clasificatorio Zona Norte
