- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2012.

Pese a que no es de familia corralera, Víctor Hugo Manzanares desde pequeño sintió un cariño especial por los caballos y por el rodeo, pasiones que unidas las desarrolla en el Criadero Retoños de Manzanares, en la Asociación Ñuble de Criadores.

Este criador cuenta que primero se familiarizó con quinchas y atajadas, y luego se acercó a la crianza.

"El criadero se formó aproximadamente el año 1995. Antes yo tenía otro criadero, pero lo tenía a nombre de mi hija, y ese año comenzamos con el actual Retoños de Manzanares con productos que al comienzo no fueron muchos, porque no eran tantas las madres para reproducir, así es que poco a poco fuimos creciendo, y ya los últimos años hemos empezado a reproducir", cuenta Manzanares, quien reconoce que al comienzo buscó ejemplares que le dieran dividendos deportivos, pero que en la actualidad trabajan en la crianza.

"En el criadero estamos pensando en ambas cosas: en la funcionalidad deportiva y morfológicamente caballos bien estructurados. Es una buena forma de estar presente en las exposiciones a través de caballos morfológicamente correctos y hemos buscado también la funcionalidad del caballo. Nos ha dado bastante resultados, porque en las últimas exposiciones, que se han hecho a nivel local o provincial, hemos ganado premios reservados con algunos productos", expresó.

Sobre las sangres que tiene en su criadero, Manzanares comentó que "la mayoría de la sangre es del Mirquén, que es una sangre muy antigua y que llegó a nosotros gracias al Pipeño. Después introducimos sangre del Estribillo y ahora último del Colibrí, junto con Bellaco. Esa es más o menos, pero ahora sobre todo Colibrí, a través de un nieto de él, que es hijo del Nunca en Domingo en una madre que es hija del Esquinazo".