El reencuentro de Marcos Dinamarca y Francisco Rossler tras más de una década
Por Julio Fernández Concha
Los arregladores y jinetes escriben su historia en diferentes etapas de su vida y con diferentes compañeros en el caso del rodeo. Hay veces que por diferentes circunstancias se alejan, pero después se reencuentran teniendo más experiencia en ambas funciones.
Es el caso de Marcos Dinamarca Salinas, que tiene una vasta trayectoria de arreglador y jinete, con paso por destacados criaderos de Ñuble, como Muticura, de Galo Bustos, y Ramahueico, de Juan Durán, con los que trabajó por varios años después de una prolongada campaña con Francisco Rossler. Con Rossler y Durán, llegó a Clasificatorios y al Campeonato Nacional de Rancagua.
Hoy, después de más de una década, Dinamarca trabaja nuevamente con "Pancho" Rossler, con quien espera reverdecer laureles, a pesar de tener varios ejemplares nuevos.
"Después de 12 años he vuelto a trabajar con Panchito, por motivos de la pandemia y ante la suspensión de las actividades corraleras. Los caballos más firmes están sueltos, estamos dedicados a los productos nuevos. Hay algunos que están más adelantados, esos esperamos sacarlos a algunos rodeos cuando se retome la competencia. También nos acompañará mi hijo Benjamín cuando no pueda salir Panchito. Nuestro trabajo lo realizamos con todas las medidas de seguridad sanitaria".
Respecto a la línea de los ejemplares, dijo: "Son todos del Espejo y Ojal, poco a poco se van poniendo, se ven bien. Lo más importante es que se podrán correr como criadero, lo que llena de alegría a su propietario".
En lo que se refiere a la vuelta al rodeo, expresó: "Creo que el regreso no se debió hacer antes de realizar los dos eventos que están pendientes, Clasificatorio y Nacional, ya que no participaron todas las Asociaciones en los rodeos que se hicieron. Lo mejor es volver cuando ya la población esté vacunada y la situación sanitaria lo permita; no podemos correr riesgos de contagio por nuestras familias, la salud ante todo".
Cuando se le consultó si el rodeo se extraña en la afición y jinetes, así respondió: "Sin duda, cada fin de semana es un punto de encuentro con las tradiciones y los amigos. Se echan de menos, pero tenemos que esperar no más, porque la situación está complicada".