Misia Gloria, los hermanos Bravo y su gusto por criar

- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2019.

Haciendo honor al viejo dicho de que la crianza del Caballo Chileno es en familia, los hermanos Andrés y Sebastián, herederos de ese amor por los mancos inculcado por su padre, don Constancio, han compartido desde muy jóvenes el Criadero Misia Gloria en una tarea ardua, pero que también le ha dado múltiples satisfacciones.

"Todo esto partió hace más de 15 años con mi hermano Sebastián. Tocó por ahí que empezamos con una yegüita, que nos llamaba la atención la sangre y todo, y decidimos criar caballos en vez de tener los caballos que estamos corriendo. Yo estaba partiendo, trabajando recién y él saliendo de la universidad, y ahí decidimos crear el Misia Gloria, cuyo primer producto fue la Pilchera. Con ella partimos, y de ahí empezamos a criar, pero no mucho. Dos o tres yeguas, y siempre para nosotros, nunca para la venta", contó Andrés.

"Iba todo bien, hasta que nos topamos con un problemita hace ya cuatro años porque un par de caballos tuvieron unas lesiones que nos fueron diezmando el tema, así es que hoy tenemos tres o cuatro productos para la reproducción", añadió Bravo, quien junto a su hermano ya se han dado el gusto de participar de la Final de Rodeos para Criadores.

"Este es un gusto personal y un premio grande ha sido poder participar en las Finales de los Criadores. Esa era nuestra primera final y lo hemos conseguido en años consecutivos (2017 y 2018), aunque este año (2019) no pudimos participar porque se lesionó una de las yeguas que estaba clasificada", contó Bravo, quien tiene en el criadero sangres de los legendarios Nunca en Domingo y el Ñipán.

"Ahora tenemos un hijo del Descoronte, el Puelo y esa sangre empezamos a mezclarla un poco con Bellaco y con Estribillo, y ahora vinimos y compramos dos potros hijos del Custodio, uno en la Exquisita, y otro en la Simpatía, que serán la tónica del Criadero para el futuro", expresó Bravo, quien pese a las lesiones que desafortunadamente han tenido sus caballos, siente que junto a su hermano están cumpliendo un sueño.

"Es un gran gusto criar y las lesiones no nos han diezmado ni dejado de motivarnos. Al contrario, nos tiene ilusionados, porque ahora mismo vamos a ir a los clasificatorios por primera vez con un producto criado por nosotros. Hemos participado en las Finales de los Criadores y que te vaya bien con lo que estás criando, te deja orgulloso", añade Bravo, quien se pone como meta dos cosas: seguir haciendo del Misia Gloria un criadero familiar y quemar etapas para alguna vez llegar a instancias mayores.

"Yo creo que esto han sido etapas. Yo creo que en la etapa que estamos hoy día, es como cuando uno siembra, y estamos empezando a cosechar. Estamos empezando a cosechar lo que sembramos hace un tiempo atrás y esperamos que no nos equivoquemos en los caballos que estamos criando y podamos seguir con este modelo en el futuro, siempre pensando que es un criadero totalmente familiar. Hoy está mi mamá, porque mi papá nos dejó en octubre del año pasado y era él quien nos acompañaba siempre, y en los rodeos estaba con nosotros, nos formó y nos metió en lo que estamos", completó.