Fernando Cordero Martínez, integrante del equipo del Criadero Santa Ana de Melipilla, fue escogido por los jurados Julio Mohr, Ernesto Forster y Nicolás Peña, como Mejor Presentador de la Exposición Nacional 2020. El evento se desarrolló el pasado fin de semana en Collipulli y al término de la jura efectuada el día viernes 24, en la entrega de los Grandes Premios, dicha decisión tomó de sorpresa al galardonado.

En diálogo posterior con Caballoyrodeo.cl así lo dejó en claro, manifestando: "Para mí, ganarme el Premio Mejor Presentador de la Exposición Nacional fue algo que jamás me lo esperé. Iba pensando ganar con los caballos, nunca ganarme yo ese premio. Yo entre el 2011 a trabajar al Criadero Santa Ana de Melipilla. Ingresé como petisero y había caballos árabes; con ellos empecé a prepararlos, a presentarlos en la casa. Después vinieron unos brasileños y ellos me enseñaron un poco más".

"Pero en el tema de los chilenos a mí me ha ido puliendo mucho don Daniel González, quien realizó talleres en la Federación de Criadores, si no me equivoco. El me fue enseñando de a poco cómo presentar los caballos, cómo ir preparándolos, cómo ir mostrándolos. Hasta que llegó este día y nos ganamos el premio", indicó.

Como dijo Elizabeth Kassis, jefa de Fernando Cordero, el es un "verdadero ejemplo de perseverancia" y lo que motivó esta frase es la recuperación que tuvo después de un grave accidente.

"Fue el 2017; yo venía para mi casa en moto y en el trayecto me chocó un auto. Tuve un TEC cerrado y un mes hospitalizado. Luego estuve como un año fuera del fundo y con terapia. Pero igual iba a ver los caballos y me ellos me ayudaron harto a salir adelante", recordó.

Hablando ya de la técnica que utilizar para presentar caballos en la pista de jura, acotó: "Yo creo que uno tiene que ponerle pasión, dedicación al momento de presentar, de entrar en una pista, porque igual los caballos se ponen nerviosos. Y uno también entra nervioso, esperando que el caballo obtenga un premio. Así que uno tiene que ir controlándolo de a poco. Eso se basa en el trabajo diario que le hace uno. Trabajándolo a diario, le va enseñando todas esas cosas; a caminar bien, a presentarse bien, a estar atento a las voces de mando que uno le da dentro de la pista".

"Quiero seguir trabajando en el Criadero Santa Ana, porque nosotros somos todos un equipo, muy unido; no tenemos problemas, siempre remamos todos para el mismo lado. Yo creo que esa es la parte más principal de un criadero; que todos tengan los mismos objetivos", enfatizó.