Por Julio Fernández Concha

Muchas veces la historia de los criaderos se escribe con mucho amor familiar y gran cariño por los caballos, lo que les permite ir obteniendo logros.

La corta trayectoria del Criadero Don Reinerio, de propiedad del joven criador Cristóbal Iraira (13 años), está llena de todos los ingredientes anteriores, agregándole a ello que su dueño pasó del fútbol a la crianza del caballo chileno.

La temporada 2018-2019, su primer año de participación en las exposiciones fue realmente espectacular: ganó en Chillán, Parral, Curicó y llegó a la Exposición Nacional, mostrando gran calidad en sus productos, clara muestra de gran responsabilidad, constancia y amor por los caballos.

Todo lo anterior le valió estar en el Cuadro de Honor Temporada 2018-2019, de la Asociación de Criadores de Caballos Raza Chilena de Ñuble, como criadero destacado en las exposiciones.

Pero no sólo Cristóbal Iraira recibió un reconocimiento, también su padre Franz Iraira, fue destacado por su apoyo a la Asociación.

Cristóbal Iraira se refirió a la distinción recibida: "Este reconocimiento significa mucho para mí, es algo muy grande, porque es nuestro primer año que participamos en las exposiciones. Le doy las gracias a los dirigentes por ello, es algo que motiva mucho, ya que hemos podido aprender muchas cosas que nos servirán a futuro".

Además, agradeció el apoyo entregado por sus pares: "El aplauso recibido por los asistentes fue muy lindo, se los agradezco".

Con respecto a la proyección del criadero, dijo que "tenemos una crianza muy bien aspectada, pensando en ir poco a poco sacando ejemplares, ahora tenemos un potro de casi cinco años, hijo del Novillero en la Facha, un potrillo hijo del reproductor Mi Compadre (Madrigal-Maliciciosa y Ricacha-Retoque) y Facha (Fachoso-Bellaco y Cachaña-El Cato) en  la Rotosa".

También habló sobre el reproductor Mi Compadre: "Estamos muy felices con él, ha dado bueno; los productos sacados a las exposiciones son hijos de él, lo hemos reproducido en buenos vientres, lo que nos da tranquilidad. Recientemente incorporamos una yegua para reproducir, la compramos en el Agua de los Campos y Maquena, es hija de la Morenita, que fue Campeona de Chile, y está preñada del Malulo. Es muy bonita, pensamos cruzarla con Mi Compadre y esperamos salgan buenas crías".

Finalmente, Cristóbal comentó que "este premio lo valoro en todo lo que vale, al igual que los recibidos en las exposiciones, pero sobre todo lo dedico a mi abuelito Reinerio. Él me regaló cuando yo tenía cinco años una yegua perche, pero como a mí me dolían mucho las manos, mi papá me compró una yegua chilena, y de ahí salió la primera cría, hijo del Novillero; fue muy lindo".

Franz Iraira también comentó el reconocimiento obtenido por su importante y desinteresado apoyo a la Asociación.

"Estoy muy contento por el reconocimiento. Es algo que no me lo esperaba y estoy muy agradecido de la Asociación de Criadores de Ñuble. Nosotros llevamos muy poco tiempo participando en la Asociación, pero con harto entusiasmo, y me pone contento que mi hijo Cristóbal haya recibido un reconocimiento; eso me llena más de orgullo, que el recibido por mí, porque siempre apoyamos desinteresadamente, tratando de que las cosas vayan funcionando de la mejor manera. El entusiasmo que genera mi hijo, me contagia, lo que ayuda y motiva a acompañarlo y de aportar en lo que más pueda", expresó.

Sobre el futuro, dijo que "todo esto va por el bien del criadero, que lleva el nombre de mi papá, esperemos que nos vaya bien. Cristóbal ahora quiere incursionar en la Rienda y empezar a andar un poco más a caballo. Creo que mi padre nunca pensó que a mi hijo le iban a gustar tanto los caballos, todo era por el lado del fútbol, el que dejó por seguir su pasión, los caballos. Afortunadamente se han ido dando los logros".

Don Reinerio es un criadero lleno de cariño por lo que hacen. Su propietario, pese a su corta edad, es gran conocedor de las líneas de sangre de los caballos. Además, cuenta con un muy buen grupo, lo que hace todo muy llevadero el trabajo diario, y tiene el gran apoyo familiar, lo que les permite disfrutar plenamente de lo que hacen.