Por Miguel Angel Moya Badilla, enviado especial a Pemuco.

Habrá varios debutantes este año en el 71° Campeonato Nacional de Rodeo y entre ellos estarán Rodrigo Pino y Roberto Esteban Pavez (Asociación Aguanegra), merced a ese segundo lugar en la Primera Serie Libre A que consiguieron este sábado, al sumar 24 puntos en El Tani Embrujo y Peleco Sunami.

Para ambos, será la oportunidad de vivir desde el corazón mismo del Coliseo rancagüino, el máximo torneo corralero y así lo detalló Rodrigo Pino a Caballoyrodeo.cl.

"Es un premio merecido; darle muchas gracias a Dios en primer lugar, que fue poniendo la calma entre nosotros y nos dio este premio para sellar la Temporada. Primera vez que llegaré a Rancagua y también le doy gracias a todo el equipo, a don Víctor Briceño, que es el dueño de los caballos. También a mi compañero, a Luis Lobos, a Roberto. Y un saludo también a toda la familia corralera de Comalle", señaló.

"Comalle es un pueblo chiquitito, fíjese que sacamos las cuentas y decíamos entre travesuras, que vamos a tener que agrandar el deslinde porque tenemos ocho colleras completas en el puro pueblo. Y eso viene de don Manuel Solís, el dueño del Criadero Grosella. A la familia Solís, que me dio la oportunidad; aprendí con ellos; a don Wiston Zúñiga. A mucha gente que podemos nombrar y que a veces se nos escapa. Pero un gran saludo a todo el pueblo comallino, especialmente a mi familia y a todos los amigos", expresó.

Roberto Alejandro Pavez también mostró su felicidad, indicando: "Muy feliz; había completado tres veces y es primera vez que logro pasar a Rancagua. Imagínese, es el sueño de todo corralero. Todavía no lo asimilo, pero es demasiado linda la experiencia, más aún cuando uno toma el camino de dedicarse a esto. Con Rodrigo es cuarta vez que corremos juntos, hemos corrido muy poquito juntos y estamos bien".

Agregó también más detalles sobre Embrujo y Sunami: "Estos caballos son de don Víctor Briceño, aprovecho de agradecerle porque a este buque me subí la última fecha de la Temporada. Me hablaron para poder completarlos; nos resultó la completada. También le mando un saludo al otro jinete de los caballos, que es Luis León; nos turnamos en San Fernando y ahora acá. Todo ha resultado hasta aquí".

El apellido Pérez se oirá también en Rancagua 

Los Pérez, Lorgio Eduardo Pérez y Lorgio Andrés Pérez, padre e hijo, se unieron también este sábado a la cofradía de los que desfilarán este año por el túnel de la Monumental. El pase para aquello lo consiguieron al ocupar el Tercer Lugar en la Primera Serie Libre A, con 22 puntos en Lomas de Cardal Jardinera y Brotes de Ñielol Fortuna.

Aludiendo a este desempeño, el padre nos dijo: "Muy feliz porque nos había costado, no habíamos tenido suerte y un orgullo correr con mi hijo. Es primera vez que él va a Rancagua. Completamos la temporada pasada igual; este año volvimos a completar. Tuvimos la suerte hoy día, porque ayer no pudimos, en Pucón tampoco. Hoy día se nos dieron las cosas, como dicen algunos y logramos premiar, que es lo importante".

Refiriéndose a los ejemplares que corrieron, especificó: "Son dos yeguas compradas, nuevas, las empezamos a correr nosotros y me costó pillarlas porque soy bien complicado para escoger caballos. Las logré pillar, el año pasado ya las completamos y este año otras vez, se completaron muy rápido y aquí estamos".

Contó también que el año 2011 llegó a Rancagua con una collera  de caballos criados, añadiendo: "Después paré de correr un par de años y volví con mi hijo a las pistas. Ahora correr con mi hijo es un orgullo que no me cabe en el pecho. Esto se lo dedico a mi familia, a mi señora, a mis hijas, que se quedaron durmiendo porque estaban cansadas. Y al corral, al petisero, al arreglador y a mi señora con mis hijas, que me acompañan a todos los rodeos; andan en las buenas y en las malas conmigo. Ellas se merecen todo y nos dan el apoyo para seguir corriendo y la tranquilidad para correr".

Para Lorgio Pérez hijo, quien cursa actualmente el Cuarto Medio en un colegio de Temuco,  también es "un orgullo muy grande correr con mi papá y en las yeguas, que son muy buenas igual. Y con el trabajo del Lucho, que las tiene así. Ir a Rancagua (por primera vez) es un sueño cumplido; llevo dos temporadas completando, la pasada y ésta y en ésta se dio. Con mi papá nos conocemos bastante, pero cuando estamos corriendo igual se habla un poco. Hay que ir viendo cómo va uno, en las atajadas. Si sale, sale".