Dentro de los momentos más destacados de la Cena de Gala y Premiación de los Grandes Campeones de la Exposición Nacional que se realizó el viernes pasado en Marchigüe, el más emotivo fue cuando se anunció la entrega del Premio Familia Criadora 2018. La distinción recayó este año 2018 en la Familia Pérez Zúñiga, encabezada por el criador, dueño del Criadero Crespele y ex presidente de la Asociación Cardenal Caro, Crescente Pérez León y su esposa, la señora Silvia Zúñiga de Pérez.

Al llamado del conductor de la ceremonia, acudió Crescente Pérez, en silla de ruedas porque se está recuperando en gran y admirable forma de un serio accidente cerebro vascular, su esposa Silvia Zúñiga, sus hijas María Angélica, Mónica, su hijo Crescente, su nieta Florencia Toro, su nuera Jocelyn Caro y su yerno Héctor Argandoña, para recibir de manos del vicepresidente de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena, Sergio Covarrubias Vergara y el secretario general, César Núñez Villarroel, el reconocimiento y homenaje de la Federación.

En una descripción sobre la trayectoria de esta Familia, el conductor habló del nacimiento del Criadero Crespele, de propiedad de Crescente Pérez León, en 1980, siendo su primer producto la yegua Crespele Sincera.

Añadió  que el patriarca de esta familia, nacido y criado en Marchigüe, hijo del capataz de fundo Crescente Pérez González, de quien heredó todo este sentir especial por este noble animal, ha dedicado toda su vida al Caballo Chileno, como asimismo al Rodeo. Fue jurado, destacado y reconocido dirigente  y también, por muchos años, corralero.

Agregó que el Criadero Crespele  es un criadero chico, con no más de 15 productos, pero que se las ha sabido arreglar para participar en exposiciones y ya correr por tercera vez en una Final de Rodeos Para Criadores, estando este año presente con la collera Crespele Don Diego y Crespele Sendero, corridos por Crescente Pérez Zúñiga y Claudio Antonio Ordóñez.

Señaló también que el momento más triste lo vivió esta familia el 6 de noviembre   del 2012, cuando don Crescente Pérez sufrió un infarto cerebral, donde todo pudo terminar. Pero gracias a Dios, tuvo una recuperación contra todo pronóstico. Y ya estando en casa, el amor por los caballos y por nuestras tradiciones lo impulsaron a seguir adelante y con más ganas que nunca.

Como don Crescente todavía no puede recuperar el habla, pero sí enfatizando que se emocionó por este reconocimiento, conversamos con su esposa, doña Silvia Zúñiga, para que comentara este homenaje a su familia.

"Es un homenaje muy lindo, muy emotivo. Ha sido un momento de mucha emoción. El homenaje ha sido precioso; su enfermedad ha sido un proceso largo, terrible. Cinco años que está así, pero siempre ha estado unido al deporte que tanto le gusta como es el Rodeo. Cuando nosotros nos casamos, él ya estaba en esto del deporte. Llevamos más de 40 años y tuvimos tres hijos: María Angélica, Mónica y Crescente  y tenemos tres nietos: Claudio, Florencia y José", contó.

Siguiendo el legado del padre

Dijo también que Crescente es el único de los hijos que le gustó el Rodeo, siguiendo las aguas de su padre. Aprovechamos entonces de conversar con Crescente Pérez Zúñiga.

"Es muy gratificante que hayan pensado en mi padre para entregarle un premio tan bonito como éste; que se hayan acordado de él. De todo lo que en su momento hizo por nuestras Tradiciones, por nuestro Caballo, por nuestro Deporte. Hoy día lamentablemente ya no puede ejercer como él quisiera, pero dejó una buena herencia conmigo y yo voy a seguir. En eso estoy, siguiendo el legado. Dejó la vara muy alta en la parte directiva, pero estoy haciéndole empeño para parecerme un poco a él. Espero seguir con su Criadero todo lo que más se pueda y estoy muy agradecido de todos los dirigentes de la Federación por pensar en mi padre para este premio tan bonito", declaró.

Al preguntarle qué consejos, qué líneas le planteó seguir su padre, respondió: "Mire, lo que yo notaba en mi papá en cada cosa que se proponía, como fue crear junto a otros criadores la Asociación de Criadores de Cardenal Caro, lo hacía. Es lo que vemos hoy; se ve reflejado lo que él comenzó junto a mi tío Sergio Urzúa, que hoy lamentablemente ya no nos acompaña"

"Eso es lo que ellos transmitían. Transmitían superación, transmitían cosas bonitas. Transmitían que el Rodeo y el Caballo Chileno fueron la oportunidad para juntarse los amigos, la familia; que hubiera una fiesta bonita. Siempre fue ese el espíritu. Y eso es lo que nosotros, como jóvenes que venimos detrás de ellos, queremos tratar de imitar. Que nos sigan resultando las cosas, como esta Final, que a nivel de organización ha salido muy bonita".

Destacó también que el Criadero de su padre ha tenido, afortunadamente, la oportunidad de participar  en dos Finales Nacionales anteriormente, siendo ésta la tercera.

“Gracias a Dios pasamos directo a la Final de este año, así que muy contentos. Muy feliz de volver a participar y sobre todo acá en nuestra casa. Trabajamos mucho para que vieran las instalaciones como están. Entonces, es impagable el momento que yo viví, que mi padre me pueda venir a ver correr, vea sus caballos en la Medialuna, que es de nuestro pueblo. Tanto nos ha costado que esté como se ve hoy día. Creo que soy un agradecido de la oportunidad que me da la vida, de haber podido correr este rodeo", señaló finalmente.