Una familia chinchinera amenizó las jornadas en la Monumental

Además de la competencia corralera misma, correspondiente al 69° Campeonato Nacional de Rodeo, hubo también en el amplio recinto de la Medialuna Monumental un variado panorama artístico folclórico.

Entre los artistas que se presentaron en un escenario especialmente preparado para esta actividad, destacó una Familia de Chinchineros, personajes que ya son parte del Patrimonio Cultural Intangible de Chile.

Al ritmo del organillo y bailando acrobáticamente mientras hacían sonar sus bombos y platillos, brindaron un atractivo y colorido espectáculo a quienes recorrían el recinto.

Luego de una de sus actuaciones, Caballoyrodeo.cl conversó con el jefe de esta familia artística que también pasó por Rancagua entregando generosamente su arte.

"Yo soy Patricio Toledo, soy chinchinero y organillero. Vinimos a hacer un trabajo aquí al rodeo de Rancagua y ando con mis hijos Felipe, Carlitos, mi sobrino Jair y mi esposa Lorena. Esta fue una invitación que nos hicieron, nos contrataron y vinimos a mostrar nuestro arte. Mi sobrino había venido a tocar antes acá, pero yo es primera vez que vengo", expresó.

Contó también que ha actuado en Viña del Mar, tocando también en el Estadio Nacional con Joe Vasconcellos, añadiendo: "Anduve recorriendo Europa durante tres años dos meses. Me presenté en París, Francia, en Suiza, en Londres, Inglaterra. Y también anduve en México".

"En esos países miran nuestro arte con más respeto y atención que en Chile. Como dicen, nadie es profeta en su tierra. Para mí fue una bonita experiencia salir fuera de Chile, ganar buena plata y cumplir el sueño que yo tenía, de comprarme el organillo. Ir a Europa me permitió cumplir ese sueño", enfatizó.

Respecto del tiempo que lleva como chinchinero, acotó: "Llevo 40 años y empecé a practicar por mi papá y un cuñado. Mi papá era organillero y mi cuñado era chinchinero. Yo empecé con una cajita de cartón a tocar. Después mi papá me hizo un bombito de una olla de aluminio, con platillos de esos ceniceros de bronce que había antiguamente. Y ahí seguí hasta el día de hoy. También le enseñé a mis hijos, a mi esposa. Así que ellos siguen la tradición en la familia".

En cuanto al público que presenció su arte en la Medialuna Monumental de Rancagua, señaló: "Les gusta la música chilena, además, es bonito el trabajo que hacemos nosotros. Y aprenden a valorizar el arte chileno. Nosotros recorremos todo el país, de lado a lado. Terminando aquí en Rancagua nos vamos a Rengo, a la Fiesta de la Vendimia de Rengo".

Corroboró que ya forman parte del Patrimonio Cultural intangible de nuestro país, añadiendo; "Así que aquí vamos a morirnos con el bombo en la espalda".

Y antes de estrecharnos la mano para la despedida final, nos cuenta por qué le dicen El Pepa.

"Fue mi hermano, yo tenía 13 años y todavía era así como ahora. Por eso me puso Pepa. Algunos me dicen Rorro, pero todos me conocen como El Pepa, el Chinchinero".