Gonzalo Abarca y Gonzalo Zunino: Este vicecampeonato no es solo de nosotros, es de mucha gente

Celebraron como si hubiesen sido primeros. Y lo hicieron merecidamente dado que Gonzalo Zunino y Gonzalo Abarca dejaron todo en la cancha de la Medialuna Monumental para ser segundos campeones de la Final de El Chileno en los criados del Agua de Los Campos y Maquena en Timbero y Dispuesta.

Es por eso que en sus reacciones se refleja pura felicidad a sabiendas de que el segundo lugar en Rancagua corona a una temporada de buenos resultados para el criadero del fallecido Italo Zunino Muratori.

"Todavía no sé lo que hago acá. Nunca me imaginé a vivir lo que pasó hoy día, y nada, solo queda disfrutar, agradecer a todos quienes estuvieron acá con nosotros, a mi familia, a mis amigos, a todo el equipo de trabajo, a la gente que trabaja en San Lorenzo, a la gente que está en Los Rulos, al Jano, al Benja, a Feña, que son los que están en el día a día, y que quizás no tienen el reconocimiento que se merecen por este triunfo. No es solo de nosotros dos, es de mucha gente, así es que agradecerles a ellos", comentó a Caballoyrodeo.cl Gonzalo Zunino, debutante en Rancagua, tras la premiación.

Justamente tuvo palabras para su abuelo: "Este triunfo es para el Nono. Él fue quien nos traspasó este amor por los caballos, y todo esto es para él y para el Criadero", dijo.

Zunino indicó que fue clave en esta actuación su compañero, Gonzalo Abarca.

"La verdad es un gusto y un honor correr con él, es un gran jinete, un muy buen profesor, porque me ha enseñado muchísimo. Solo queda agradecerle la confianza, la buena onda y por tenernos los caballos como están. Le doy las gracias a él y a toda su familia por esto", dijo Zunino antes de comentar cómo se fue sintiendo en la Serie de Campeones.

"Nunca me imaginé que estaría en esta instancia, pero la verdad es que yo me di cuenta en el primer clasificatorio que corriendo presionado o nervioso, andaba súper mal, y Gonzalo y mi familia me dijeron que lo pasara bien, que me relajara y fue lo que hice, así es que fui corriendo toro a toro y se fueron dando las cosas. Lo pasé bien, no me imaginé estar corriendo un cuarto toro, y lo disfruté a concho", indicó.

Su compañero Gonzalo Abarca estaba también feliz por lo hecho.

"Estoy recién asimilando esto, y feliz por mí, porque uno se dedica a esto, y feliz por mi compañero, porque es su primer año que llega acá en una yegua que es extraordinaria. La verdad es que son sensaciones únicas", dijo Abarca, quien ya en 2016 había sido tercero.

"Uno trabaja para esto, trabaja en el día a día, se sacrifica y la verdad es que las alegrías que da el rodeo son únicas. Fue una temporada linda, con un percance antes de llegar a Rancagua, pero Dios nos tenía preparado esto, así es que feliz. Uno se sacrifica, y hay que agradecer a Dios, a mi angelito que está apoyándome y a don Italo, que seguramente nos estuvo apoyando", complementó Abarca antes de hablar de su compañero.

"Gonzalo es joven, yo también soy joven y trato de transmitirle mi poca experiencia. Teníamos que correr con corazón y con cabeza, y lo hizo muy bien", indicó.