Martín Tobar y Javier Soto fueron los mejores en el escolar de María Pinto

Por Alfredo Díaz González

Una gran convocatoria fue la que se registró el pasado fin de semana en la comuna de María Pinto, debido a que la Municipalidad organizó la 8va versión del rodeo escolar en la medialuna municipal y que en esta oportunidad se hizo en conjunto con el club de rodeo La Palma perteneciente a la Federación Metropolitana Intercosta.

Y es que un gran revuelo es el que genera este tipo de eventos en los pequeños jinetes que se están iniciando en el mundo del rodeo, con mucho entusiasmo llegaron 60 colleras de las distintas federaciones de rodeo en busca de sumar experiencia, esforzarse lo mayor posible y disfrutar la posibilidad de correr en varios casos por primera vez un escolar.

Los honores se los llevaron los alumnos representantes de la escuela agrícola San José de Duao Martín Tobar y Javier Soto, quienes se adjudicaron el rodeo con 3 puntos buenos montando a las yeguas Estupenda y Avellana, en segundo puesto se ubicaron los representantes de la escuela Estero Puangue de Curacaví Rodrigo León y Rafael Fuentes montando a montando a Ralun y Traicionera con 1 punto, el tercer lugar quedó desierto.

En lo deportivo quizás el rendimiento de los jóvenes no se puede comparar con los jinetes adultos, pero lo que hay que destacar entre muchas cosas es que la familia es un factor demasiado importante en este tipo de eventos, ya que ellas fueron en masa a apoyar a sus hijos y nietos, que de apoco se van llenando de los valores del rodeo y aprenden cada vez más de este deporte.

Algo tan simple como dar comida a sus caballos, bañarlos, ponerles la carpa, rasquetearlos son acciones que se registran en la mayoría de los casos y permiten a estos jóvenes lograr una cercanía y establecer un vínculo mucho más cercano con sus mancos.

De a poco este evento se va transformando en una especie de cantera del rodeo, ya que la zona de María Pinto, Melipilla, Talagante y Curacaví por nombrar algunas, cuentan con mucha materia prima en cuanto a jinetes jóvenes, ya que aquí empiezan a hacer su camino a punta de esfuerzo, sacrificio y con mucho entusiasmo para convertirse a futuro en los animadores de las distintas federaciones de rodeo.

El sello de raza de la final fue obtenido por la yegua Avellana montada por Javier Soto.