La emoción de apoderó de los Osorio y de todo el público presente en la medialuna el domingo pasado en el rodeo del Club Paredones, escenario de la despedida de dos caballos emblemáticos del Criadero Las Trillas de la Torina y de la Asociación Cardenal Caro: los legendarios Jaleo y Hualcacho.

Así es, ese día terminaron su gran trayectoria estos nobles ejemplares, que ahora pueden gozar de su merecido descanso, luego de un homenaje en agradecimiento a lo que rindieron en las quinchas para sus dueños.

Piguchén Jaleo y Las Trillas de la Torina Hualcacho se completaron en innumerables oportunidades, fueron dos veces juntos al Campeonato Nacional y el primero en una tercera ocasión junto a la madre de su compañero, la Azalea, mientras que el segundo además fue Tercer Campeón en la Final de Rodeos Para Criadores 2011 corriendo con la Vanidosa.

Joel Marcelo Osorio repasó junto a Caballoyrodeo.cl el adiós a las medialunas de estos caballos regalones y aspectos de su dilatada carrera deportiva.

"Resultó súper lindo, porque estábamos el día domingo en la hora de almuerzo en el casino en el rodeo de nuestro club, y nos pusimos a conversar con varios amigos que nos pidieron que despidiéramos al Jaleo con el Hualcaho, porque la verdad era el último rodeo que corrían esos caballos. Mi papá le había prestado el Jaleo a un amigo, socio del club, a pesar que esta temporada ya estaba retirado, pero se corrió en este último rodeo. Y el Hualcacho corrió con otro caballo y estaba premiado. No los pudimos completar porque los años se vinieron encima, pero quedó con ocho puntos y requisito", relató.

"Corrió tres toros en el champion y aprovechamos la ocasión como era el rodeo de a casa de despedir estos dos caballos que nos dieron hartas satisfacciones en la vida. Son caballos que se criaron en la casa y nos dieron muchas alegrías", agregó.

- ¿El homenaje fue antes de la Serie de Campeones?

"Sí, les hicimos una biografía a cada caballo. Nuestro amigo secretario Andrés Fuentes leyó la biografía sobre qué es lo ha pasado en sus vidas y fue súper bonito y emocionante para todos los corredores y el público, porque casi todos conocen a los caballos, así que los pusimos al centro de la medialuna".

- Fue más lindo aún que se despidieran corriendo.

"El Hualcacho se despidió corriendo en la Final del rodeo. Corrió tres toros, con porrazo incluido; en una atajada nos caímos juntos, pero no pasó nada gracias a Dios".

Los homenajeados al centro de la medialuna.

- Repasando su carrera, ¿cuántas temporadas corrieron juntos?

"Estos caballos juntos creo que corrieron cinco temporadas, pero como potros fueron otras tres. Lo más bonito es que el Jaleo se compró de un año y medio al Criadero Piguchén, en un remate. Es hijo del Rotoso, yo creo que era el último Rotoso que quedaba corriendo por ahí. Y el Hualcacho es un caballo que se crió en la casa, hijo de un potro también criado acá (Cachito) y de la Azalea, que fue la compañera del Jaleo durante muchos años y llegaron juntos a Rancagua. Ese caballo yo lo vi nacer de la yegua, lo crié y nos ganamos el tercer lugar de la Final de Criadores en Los Angeles, así que le tengo mucho cariño".

"Los dos están relativamente sanos, obviamente tienen artritis por la edad, porque ya tenían 21 y 19 años, pero no demostraban dolencias, por algo se corrieron hasta esa edad y nos dieron hartos triunfos. Hasta el año pasado que se completaron. Nunca me había tocado correr una collera de caballos pareja y que a esa edad nunca demostraran una dolencia. Te mentiría si alguna vez tuvieron un golpe antes de bandera, que yo recuerde nunca, entonces son caballos súper nobles, tranquilos, si todos me preguntaban por qué no tenían ningún problema. Eran bien regalones, los cuidábamos harto eso sí, con todas sus cosas al día, así que había que despedirlos".

- O sea se ganaron el descanso.

"De todas maneras. El lunes se soltaron, se les sacaron las herraduras y se fueron al potrero a descansar".

El Jaleo atajando.

- Pero además se ganaron muchos premios en la Asociación.

"El Jaleo por varios años fue elegido Mejor Potro, el Hualcacho también ganó un año y después, una vez castrados, salieron elegidos Mejores Caballos de la Asociación unas cuatro o cinco veces. Como siempre se completaban es doble mérito, como potros y como caballos fueron los mejores de la Asociación".

- ¿Ahora que viene para el criadero sin el Jaleo y el Hualcacho?

"Ahí estamos con unos reemplazantes. En ese mismo rodeo corrimos una collera de potros con mi papá y ganamos la Serie Potros. Es justamente un hijo del Jaleo en la Azalea, en la madre del Hualcacho. Así que está la sangre de los dos caballos combinada en un potro que corrí yo, el Jaleo II. Y hay otro potro (Indiscreto) que es un hijo del Custodio que mi papá compró en el Criadero Amancay, así que esos potros la próxima temporada debieran salir más firme. Esperemos que tengamos la misma suerte que tuvimos con los caballos".

- ¿Va a ser difícil acostumbrarse a no correr en ellos?

"Súper difícil, porque son caballos que uno se va afiatando con el tiempo y los conoce. El caballo mío (Hualcacho) no lo galopaba nadie más que yo. De repente le pedía al petisero que le pegara una galopadita cuando yo no podía ir por tiempo y nadie más. Lo corrí desde los seis años, mi padre y yo corrimos el Hualcacho y al Jaleo igual, mi papá y yo. Independiente de los arregladores que tuvimos en un comienzo, que los hicieron y los sacaron a correr, don Alberto Gaete y don Salvador Castañeda. La verdad es que eran caballos bien fáciles, nunca dieron un problema y por eso la gente los quería, porque siempre estaban metidos en la pelea".

El Hualcacho en acción.

- ¿Qué cualidades destacas de cada uno?

"Del Jaleo, su longevidad. Se corrió hasta el año pasado, a los 20 años, y nunca en su vida corralera demostró un dolor en algo. El año pasado en un Clasificatorio le empezó a doler una patita y nos dimos cuenta que había tenido un golpe, que se había hecho una herida, pero fue producto de eso; nunca de un maltrato en los huesos. Ese caballo tiene un temperamento y una longevidad que se complementaba muy bien con mi papá. Yo le decía que el caballo era igual que él, porque de repente andaban medios enojados y les iba súper bien en los rodeos"

"Y el Hualcacho es un caballo un poco más delicado, pero más diablo por así decirlo, era más fuerte en las atajadas y estuvo siempre ahí en la pelea, siempre demostró ser un caballo bien noble. Yo me acuerdo que en la Final de Criadores marcó 22 puntos. Tal vez si hubiese andado con el Jaleo podrían haber sido Campeones. Lamentablemente se corrió con una yegua que estaba completa (Vanidosa) y fuimos más que todo por deporte, por cumplir; la yegua se había pillado hace una semana y estaba súper pesada, entonces no me aportó. A lo mejor si hubiesen andado los dos caballos, habríamos cambiado la historia, pero así fue. Lo cierto es que les tengo harto cariño a esos dos caballos, son bien especiales".