Marco Millán se fue con el cariño de quienes lo recordarán por siempre

Tras batallar contra una larga y cruel enfermedad, el pasado fin de semana falleció Marco Millán Villagra, enlutando una vez más al mundo del Rodeo Chileno.

Su partida entristeció a todos lo que lo conocieron y apreciaron sus virtudes como ser humano, como corralero, como jurado y como gerente deportivo de la Federación del Rodeo Chileno, cuando le tocó desempeñar ese puesto.

En el ámbito dirigencial, quien lo conoció bastante fue Pablo Baraona, ex presidente de la Ferochi y actual timonel de la Asociación Santiago Sur, quien se refirió en los siguientes términos de Marco Millán.

"Yo compartí con él cuando lo nombramos gerente deportivo bajo la administración de don Italo Zunino. Y después estuve prácticamente los cinco años que yo trabajé en la Federación, con él codo a codo. La verdad que de Marco Millán lo que más destacaría,  que fue un hombre muy honesto, muy certero. Y lo más importante es que cuando uno le decía: Oye, mira, no me pagaron esta atajada, él respondía siempre lo que realmente pensaba, no necesariamente lo que uno quería escuchar.", enfatizó.

"Y con eso se ganó el respeto y el cariño de mucha gente. Yo creo que es una pérdida muy importante para el Rodeo, porque era un hombre que sabía mucho, diría que de las personas que más sabía de reglamentos en el país. Tenía mucho conocimiento  respecto de la jura y lo que es el ambiente deportivo del Rodeo", agregó.

Resaltó que su partida representaba una gran pérdida para el deporte y también como persona, añadiendo: "Las dos cosas; yo creo que es una gran pérdida para el Rodeo y mucho mayor pérdida como persona. Yo estuve el día domingo en el velatorio, con gran cantidad de gente y el día lunes fue masiva la despedida. Eso refleja el cariño que le tenía la gente, el pueblo corralero hacia él. Una persona intachable y que deja muy gratos recuerdos en quienes lo conocimos y en sus amigos".

Un hombre muy cercano

También hablamos con jurados que tuvieron la oportunidad de conocerlo como colega y después como jefe. Uno de ellos fue Alvaro Morales, a quien le tocó hablar a nombre de los jurados en su despedida.

"Me tocó decir unas palabras a nombre de los jurados, de lo que pudimos compartir con don Marco a lo largo de siete años que fue nuestro jefe. Hablé de lo que todos sentíamos. Para resumirle, nosotros conocimos primero a Marco Millán como colega, porque era parte del Cuerpo de Jurados, ya que era jurado. Con nosotros siempre fue cercano, simpático. Era uno más de nosotros", expresó.

"Y después de eso pasó a ser nuestro jefe y en donde nunca perdimos la amistad con él. Nunca dejamos de ser amigos, pero siempre se mantuvo como un jefe. Cuando venían momentos de recreo, como por ejemplo el rodeo de los jurados, se olvidaba que era jefe y pasaba a ser nuevamente uno de los nuestros. Era entusiasta, organizaba el tema, nos reímos. Y después volvía a ser nuestro jefe. Siempre nos apoyó  en todo, estuvo con nosotros siempre, muy preocupado  de lo que nos estaba pasando. Preocupado sí íbamos a tal rodeo, de cuándo llegábamos; que le contáramos cómo nos había ido. Había una comunicación muy cercana entre los jurados y él", comentó.

Respecto de lo que fue el último adiós, manifestó: "Habíamos varios jurados, vinieron varios desde lejos y los más cercanos estaban todos. Realmente fue un funeral tremendo; la gente no cabía en la iglesia (Parroquia Santa María de Paine). Fue muy bonito el funeral  y de ahí lo llevaron al cementerio de Paine. Fue un funeral acampado como le hubiese gustado, con la Carmencita Valdés cantando  y su chamanto arriba de la urna. Todo como corresponde a un huaso de verdad como era don Marco. Fue una despedida multitudinaria; hubo mucha gente".

Una vida dedicada  al Rodeo

También el jurado Gabriel Orphanopoulos nos entregó su impresión, señalando; "Yo creo que la partida de Marco ha sido muy lamentable; una enfermedad larga. No es lo que hubiésemos querido para persona como él. Es una gran pérdida no sólo para nosotros como Cuerpo de Jurados, sino que para el Rodeo Chileno en general. Marco fue un destacado jurado, yo diría de los mejores de todos los tiempos sin duda. Entregó prácticamente su vida al Rodeo, más de 40 años, por lo que yo sé. Lamentable su partida para nosotros".

Destacó también el acompañamiento que Millán tuvo en su funeral, señalando: "Fue una bonita despedida; hubo mucha gente. Ahí quedó demostrado el cariño que le tenían a Marco. Fue una persona que siempre tuvo muy buena disposición para ayudar a cualquiera, a enseñarle. Tenía muchas virtudes. Entonces, eso quedó reflejado ayer  lunes en toda la gente que fue a despedirlo".

Los restos mortales de Marco Millán ya descansan en paz en el cementerio de Paine, pero también muchos aseguran que en algún lugar de Allá Arriba estará conversando con Alejandro Riveros, jurado que partió tempranamente en junio pasado, para saber a qué medialuna celestial les toca ir a jurar…